domingo, 20 de marzo de 2011

BDSM ¿sexualidad tabú?

Muchos ubican el BDSM dentro de lo érotico como algo tabú, marginal o "raro" ( y otros tantos ni siquiera conocen su significado), pero...
¿No sería más acertado el catalogarlo simplemene como una práctica o conjunto de ellas que se desvían de lo que comunmente podríamos etiquetar como sexualidad normativa? Y no por ello estas prácticas intentan desequilibrar el orden establecido, sino que lo desafían con su mera existencia.
El BDSM pertenece a este ámbito de lo prohibido socialmente, y yo me pregunto ¿Porque otros han de decidir por nosotros lo que significa "sano" o "natural? ¿Porque ellos no se paran a pensar un rato, dejando a un lado sus prejuicios o lo que consideran verdades universales sobre el sexo y examinan a fondo el tema antes de llegar a una conclusión?
Y cuando digo examinar el tema no me refiero a los principios basicos que puedes encontrar en cualquier diccionario o enciclopedia, sino a un análisis profundo, desde el interior.
Aun recuerdo mis clases de ética en el instituto (de eso no hace mucho...jaja), donde constantemente nos recordaban que para juzgar cualquier forma de pensar distinta de la nuestra, debiamos antes de nada ponernos en el pellejo de esa parte opuesta, y asi valorarla desde un punto de vista que no determinara nuestra respuesta, movidos por los criterios preconcebidos de nuestra moral.
El BDSM en muchos casos supone romper inhibiciones y tabús culturalmente impuesto, como la idea del amor romántico o que el sexo siempre tiene una parte genital de por medio.
Es curioso como algunos no se oponen al dolor como castigo, pero les parece inaceptable utilizarlo para proporcionar placer...
Por tanto el BDSM rompe con las costumbre sociales de lo que se conoce como relaciones humanas normales, porque hay un Dominante y un sumiso, y esto supone un nuevo esquema basado en roles adoptados libremente y con plena conciencia.
Y recalco lo de Libremente, porque sí, hay un Dominante, que es el que ejerce el poder, pero es el sumiso quien decide realmente que este Dominante puede ejercer ese poder sobre él, si asi lo desea. Por tanto no se trata del malvado Dominante y el atemorizado sumiso, sino de una decisión consensuada.
Creo que lo que le pasa a la sociedad en general es que les asusta el hecho de que las relaciones no estén restringidas, normativizadas, pues de esta manera es muy fácil manejarlas, un mundo rico en relaciones es complicado de controlar.
Y de lo único que se trata es de llegar a un punto donde no hay fórmulas definidas para relaciones posibles e iguales para todos, sino que se construyen en base a las necesidades de cada persona y a la sexualidad que le haga sentir pleno.
Y me siento orgullosa de poder decir que el BDSM saca al sexo de la receta a la que está sometido y permite innovar, de manera que se intensifique el placer, ya sea físico o mental. Es un ejercicio de libertad corporal, y reclama el derecho a decidir de que manera el cuerpo se procura placer, aunque no concuerde con los socialmente correcto.
Asi que piensa, ¿Realmente otra persona que no sea Tú deberia poder decidir lo que es normal para ti, para tu cuerpo? ¿Debería poder decidir de que manera debes proporcionarle placer a tu cuerpo?
Creo que la respuesta es fácil : No.
A veces es difícil nadar contracorriente, no es el camino sencillo, pero tampoco creo que sea fácil reprimir un instinto o ignorar tus deseos por las opiniones de unos pocos...o unos muchos... que más da!
Lo importante de todo esto y la conclusión final es que la meta del BDSM es el placer y el bienestar de los participantes, tanto del Dominante como del sumiso. Se trata de aprender como manejar una parte de la vida que está reprimida, que puede contener un gran poder destructivo, pero también érotico. Es algo asi como jugar con chuchillos sin cortarse.
Cuando practicamos BDSM nos damos permiso a nosotros mismos y al otro para investigar los rincones más reconditos de nuestra mente y asi avanzar por el camino de lo "prohibido", Nos exponemos a lo desconocido, al lado oscuro, y de esa manera nos volvemos vulnerables. Para poder abrirnos y estar seguros tanto la parte Dominante como la sumisa deben respetar al máximo la ética y principios del BDSM, asi como un compromiso firme de respeto con la persona, y con sus límites.

Y después...

A disfrutar

=)

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